El Comercio/TROTA MUNDOS.

ALFONSO VARGAS SAITUA. EL FOTÓGRAFO E ILUSTRADOR ROBOTV CUENTA SU EXPERIENCIA EN IQUITOS

Martes 29 de Junio del 2010

IQUITOS. “Recuerdo especialmente el viaje que hice a Iquitos en el 2008, ya que fue la primera y última vez que estuve en la selva peruana.

Me quedé el fin de semana con motivo de una invitación para presentar un libro que había ilustrado. El tiempo suficiente como para querer volver.

Si bien no tenía muchas expectativas del destino, me sorprendió la buena vibra que encontré. Además, viajar con un amigo siempre es agradable.

También me gustó mucho la luz, pues hacía que los colores se vean más saturados, contrariamente a Lima, donde todo se percibe como opaco.

Alquilamos un mototaxi que nos llevó por Iquitos y costó muy barato. Así, visitamos distintos puntos de la ciudad, discotecas y restaurantes. Había uno de estos en particular con una vista increíble del Amazonas.

Aparte, la gastronomía es buenaza. Comimos tacacho, juane como también probamos la cerveza local llamada Iquiteña.

En cuanto al clima, llovía por ratos, pero en general estuvo bien. Por otro lado, para combatir a los mosquitos te pones repelente y listo. No es tan terrible como dicen.

De allá me traje una muñeca con cabeza de semilla que me cuida todas las noches.

¨El último día antes de subir al avión una chica se me acercó en el aeropuerto y preguntó qué era lo que me había faltado hacer en Iquitos. Le respondí que montar en moto, así que se ofreció a pasearme¨.

Me llamó la atención que muchas mujeres utilicen este tipo de transporte e incluso sean ellas quienes lleven a los hombres. Creo que eso habla de su cultura abierta. Asimismo, la gente es bastante hospitalaria.

El Perú posee lugares cercanos —como Iquitos— que son alucinantes y vale la pena conocerlos antes que ir al extranjero”.